domingo, 6 de mayo de 2012

Porque si tuviese voz de cuentacuentos todo sonaría taaaan bien...

¿Cómo describir aquello que tanto anhelamos con meras palabras? ¿Podemos siquiera concebir la idea de lo que algo realmente representa para nosotros? Creemos estar seguros de lo que vemos, escuchamos o sentimos. Creemos saber expresar cualquier cosa, ya sea mediante acciones, o por creer haber crecido en un ambiente rico en palabras que nos hagan léxicamente invencibles. 
La cruda realidad es que somos tan ambigüos como nuestros extremos nos permiten serlo. Somos tan sumamente cínicos que podemos poner nuestra mejor sonrisa ante alguien a quien nos gustaría ver sufrir. Podemos pasar de la carcajada más contagiosa al llanto más congojoso que nos podamos imaginar. Somos tan previsibles e inesperados a la vez. Somos seres tan indefensos y a la vez tan fríos que causa miedo tan solo intentar conocernos. Únicamente cuando somos lo bastante listos, atrevidos o hemos perdido tanto el juicio que nos la suda todo, somos...joder, mierda. He perdido el hilo. Había pensado en rehacer mi frase o retomar el artículo desde el principio, pero al carajo, estas cosas están para eso, para ver lo que le pasa a uno por la mente en todo momento.
Et c'est uniquement parce-que je suis enflammé, que...bordélerie, je ne suis même pas capable de dire trois phrases cohérentes dans un langage comun. Envie de tout mander chier.
Volviendo sobre mis cabales (cosa que no ha sido fácil, porque lo creais o no, me ha llevado su buen rato calmar mis nervios y no lanzar una taza de café expresso contra la puerta), no, en realidad no puedo. Guitarras, pianos, violines y cellos danzan en una macabra melodía sobre mi cabeza. Puede parecer tan turbio. Soy consciente de ello. Pero a la vez, si prestaseis atención, tiene algo de bello, elocuente.
Se sin lugar a duda que mis dos últimos dos párrafos son tan inverosímiles como un mapache lo es de un colibrí en la américa colonial. Sin embargo, hay momentos en los que simplemente necesitamos construir frases sin ningún tipo de sentido, ya sea porque la combinación de palabras nos parece la puta polla, o porque a pesar del carente sentido del conjunto, una melodía estridente recorra fugazmente cada palmo de nuestro cuerpo.
Pasas de la euforia más hilarante a la nostalgia más desoladora. Todo un abanico de sentimientos te recorre en milésimas de segundo, y sin embargo, al final, sueltas una estruendosa carcajada. ¿Por qué? Porque todo acaba siendo una broma, una broma macabra. Y lo gracioso de todo es que solo puedes reirte o perecer. Puedes formar parte de la sátira, ser consciente de que tu única salvación es disfrutar, dedicarte a los pequeños placeres, comer cual Hansel y Gretel, dormir como una marmota, divertirte con el deporte, apreciar la música, y por qué no, follar a destajo, joder, que es el momento.


Formad parte del folclore, animaos, haced lo que querais. Joder me da igual. Pero recordad: "vive y deja vivir". La única clave.

SirJ

P.D: ¿Ah, que no he terminado de escribir? ¿Esto han sido una sarta de idioteces sin estructura ni final lógico? Mala suerte, me cansé de escribir.

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